Pinceladas rurales de un niño de ciudad es ante todo un viaje mágico al pasado. A un pasado lejano en el tiempo, pero próximo en el recuerdo que el autor rememora con gran lujo de detalles a través de los distintos escenarios en los que tienen lugar los hechos que narra utilizando un lenguaje sencillo y cercano, impregnado de un humor sutil y cargado de ternura y sensibilidad, en ocasiones incluso de nostalgia, pero al mismo tiempo culto y rico en conceptos. Es una generosa invitación a conocer y compartir las vivencias de un niño de Madrid que todos los años, durante las vacaciones escolares tiene la oportunidad de sumergirse en un entorno rural con el que se siente plenamente identificado.
Roberto Laborda Grima
Fernando Nájera García-Segovia.