La Hispania medieval sirve como escenario a esta historia de conflictos personales que se engarzan hábilmente con los de Estado. La sociedad segoviana aparece retratada como un microcosmos en el que los odios y venganzas entre vecinos, las intrigas para alcanzar el poder local y las desgracias personales son espejo de lo que sucede en los distintos reinos. Los caprichos del destino llevan al humilde hijo de un herrador de segovia a conocer de cerca los vaivenes de la política de los distintos reinos peninsulares. Un buen día recibe el encargo de servir al obispo de osma y esto marcará para siempre su existencia. El protagonista recorrerá a partir de entonces la geografía peninsular e irá mostrando al lector un cuadro muy completo de su época con una perspectiva propia: convive con musulmanes en Córdoba, realiza el Camino de Santiago, participa en la construcción de una catedral, toma parte en batallas... Un rico mosaico de experiencias y sentimientos elaborado con la técnica del que sabe ver más allá de lo transmitido a través de las crónicas.
Ricardo A. Fernández, nació en Segovia, pero es, según sus propias palabras, de uno de los pueblos más bonitos de España: la Granja. Estudió ingeniería técnica agrícola en Madrid. Tras acabar la carrera, se ausentó durante casi tres años de su casa y trabajó en Irlanda, Francia y Lérida, para finalmente volver a su tierra, donde actualmente reside y trabaja en la fábrica de vidrio. Tras “El hijo del herrador” ha publicado, continuando con su senda de infatigable viajero y apasionado de la Historia, la novela “Lágrimas por Qurtuba”.