Las úlceras por presión (UPP) constituyen hoy en día un importante problema por sus repercusiones en diferentes ámbitos, tales como la calidad de vida de los pacientes y sus cuidadores, el consumo de recursos para el sistema de salud y la carga de trabajo para el personal sanitario, así como responsabilidades legales al ser consideradas en muchas situaciones como algo evitable. Las guías de práctica clínica (GPC) ponen a disposición de todos los profesionales sanitarios la mejor evidencia científica publicada, aunque con frecuencia estas GPC no son suficientemente conocidas y por tanto no se implementan adecuadamente.
En este estudio se encontró que las GPC, a pesar de ser conocidas, no siempre son utilizadas como primera opción cuando surgen dudas con respecto a la prevención de UPP, que son consultadas con mayor frecuencia en las unidades que disponen de guías en formato impreso, y que las dificultades principalmente mencionadas para prevenir UPP y para justificar la no utilización de las GPC son, la falta de tiempo, de personal y de equipamiento.