Este trabajo fotográfico no es más que un acto reflexivo sobre la guerra que se vale de la imagen para recordarnos que esta no es una cuestión del pasado, sino que sigue latente y que no habría este presente sin la moldura del pasado.
La guerra como acto social tiende a pervivir en el imaginario colectivo a través de la asociación con el dolor. No obstante, en estas páginas se encontrará una oda a todos aquellos artistas que vivieron en el anonimato de un número, pero que fueron protagonistas de historias reales en las que cualquier forma de expresión era capaz de acallar, al menos momentáneamente, el dolor experimentado entre el campo de trabajo de Terezín y la ciudad de Praga.
Estas imágenes se basan en un estudio de los testimonios gráficos y escritos recopilados allí, de manera que serán sus trazos y los espacios que habitaron los que estructuren este relato. Así, las estrellas que portaron un día serán ahora las mismas que darán luz a sus historias.
María Camila Gutiérrez, internacionalista especializada en fotografía de autor.