Una deuda inesperada en realidad es la primera de las tres historias que componen este libro. Las otras dos son: Esto lo hago por ti y Dutch Wife.
Las tres historias comparten un denominador común: los protagonistas se comunican y relacionan con interlocutores imposibles. Esto no significa que sean historias de una ficción estrambótica o lejana, sino todo lo contrario, pues acontecen en el marco de realidades muy concretas que probablemente muchos lectores hayan vivido o conocido de cerca.
En Una deuda inesperada, una madre difunta les hace saber a sus hijos que deben saldar una vieja deuda de la que nunca tuvieron conocimiento. Esto lo hago por ti es la historia de un electricista al que un astuto y persuasivo perro promete hacer rico, por el mero hecho de haberle caído bien. Y en Dutch Wife, un hombre con un gran sobrepeso, tímido y bueno, le abre su corazón a una muñeca de silicona como nunca antes lo había hecho con nadie.
Nací en Basauri en 1961, y aunque llevo más de tres décadas trabajando como maestro en escuelas públicas de Araba y de Bizkaia, siempre me he sentido un alumno poco aventajado en todo. Sin embargo, debo admitir que para mí la escritura, lejos de ser un territorio hostil, ha sido y es la vía de expresión más eficaz que conozco, un ejercicio de introspección, y la llave que me ha servido para abrir algunas puertas a lo largo de mi vida. Las que no se abrieron, creo que fue porque no estaban de abrirse, pues muchas puertas tienen un par de cerraduras, y la escritura sólo abre una de las dos.
A pesar de tardío, este es mi primer libro. De hecho, pensé que si no lo hacía ahora, probablemente no lo haría nunca, de modo que retando a la pereza —una de mis peores enemigas—, comencé hace un par de años a escribir estas tres historias, y os aseguro que más que un trabajo, ha sido una aventura apasionante.
Espero que os divirtáis con la lectura de estas páginas. Las he escrito con toda la honestidad que he podido, y si entre este canchal de oraciones y palabras halláis alguna piedrita que brille más de lo común, sabed que es vuestra.