Esta es la biografía de uno de los personajes más importantes de la historia industrial de España en el siglo XX. La vida profesional de Silvio del Arco discurre en un país con situaciones políticas y económicas de diversa índole, pero sobre todo siguiendo una línea principal marcada por su excepcional visión técnica y capacidad de gestión industrial.
Silvio del Arco nacionalizó por completo la fabricación del SEAT 600, y a tal efecto construyó a partir de los años 50 el tejido industrial del país, situándolo a nivel europeo en relación a su capacidad tecnológica y niveles de calidad.
Ha sido sin duda uno de los pioneros en la utilización de la robótica en la industria, innovador hasta el punto de diseñar el único motor rotativo de la industria automovilística española y, de paso, reconocido gran negociador a cargo del exitoso jurado de empresa de una de las mayores compañías del país, en una época especialmente sensible a los cambios sociales relativos a los derechos de los trabajadores.
A Silvio se le deben diversos avances técnicos y patentes en el campo de la fundición de aluminio, que aún son utilizados actualmente por la gran mayoría de empresas del sector.
Fue elemento clave en las relaciones entre SEAT y FIAT a nivel técnico y directivo durante el largo periodo de relación con la filial, posicionándose unos años después como el directivo encargado de investigar la alternativa japonesa a Volkswagen, poco tiempo después de la ruptura de la empresa española con FIAT.