Este libro, quisiera ser según el autor, yo mismo y los lectores que lo completen, un alegro deudor, a veces no muy logrado, en un desnudo de espejos crecer, la naturaleza de los caminos y sentimientos que no debemos de obviar, el silencio que nos habita en deseo de ser útil y generoso, siembra apacible de bondad hermanando tolerancia, la lectura hecha refugio; los motivos: amar, la verdad y la belleza.
Manuel Villena Ortega, nacido hace tanto aunque de niño se quiere seguir educando, amante de tantas cosas que con el tiempo malamente me enfado por estrujar y atosigarme, tranquilo me sueño en lectura apacible de mirar y hacer sin prisas, de quereres e intuiciones andando caminos por explorar...