El genocidio practicado bajo la máscara de la estrategia de contrainsurgencia “Corazones y Mentes”, que en la India se denomina Operación “Cacería Verde”, es la práctica más extrema de la lucha de clases por parte de las clases explotadoras, que utilizan la máxima fuerza acumulada del monopolio de la violencia, con la intención de eliminar a los sectores que se resisten a vender sus tierras o sus cuerpos y como forma de disciplinamiento del resto de las clases explotadas, para que vean lo que les puede pasar si deciden rebelarse.