La madurez no es una etapa de la vida, más bien es una capacidad admirable que te permite, primero, aceptarte como eres y, segundo, llegar a ser mejor de lo que eres. La madurez de una persona no se demuestra con su edad, ni con su carácter, ni mucho menos con sus sueños. Se demuestra en el saber llevar el diario vivir, enfrentando así las situaciones que día a día se nos presentan sin perder la cordura, para poder crecer.
Álvaro Encarnación (Republica Dominicana, 1987) es Diplomado en Cambio Ambiental Mundial y Fenómenos Naturales por la Universidad UCSD, y en la actualidad prepara un Master en Diseño y Modelado de proyectos Arquitectónicos. Escribe sobre temas que siempre le han despertado preocupación, principalmente aquellos que afectan a la juventud y su crecimiento en la sociedad.