Lara, una joven y brillante bioquímica gallega muy unida a su familia, es contratada por una acaudalada fundación estadounidense que busca una cura para las lesiones de la médula espinal. Esa investigación acabará transformando su vida y quizá también a la propia humanidad...
Lo que vale un día transcurre en un futurible cercano y realista, con avances tecnológicos que ya se vislumbran actualmente. Su autor recurre a la ciencia-ficción para plantear dilemas éticos que la humanidad tiene en el horizonte y para reflexionar sobre los grandes temas de siempre: el amor, el tiempo y la muerte.
Lo que vale un día no es sino un intento de su autor por entender y aceptar la transitoriedad de la existencia.
Francisco Rañal Loureiro (Ferrol, 1967) no es escritor ni nunca aspiró a serlo. Sí tuvo la ilusión de contribuir al avance de la ciencia y se licenció en Física. Pero pronto descubrió sus limitaciones intelectivas y decidió dedicarse a enseñar esta materia en Secundaria. En su juventud también soñó con ser director de cine y se tituló como técnico audiovisual. Dirigió algunos cortometrajes como Coruña imposible o Domingo, pero tampoco tardó muchos años en advertir lo limitado de su imaginación y su sensibilidad. Muy a su pesar, por su cabeza no bullen historias a la espera de ser contadas. Se le ocurrió Lo que vale un día hace más de una década y ve muy improbable que vuelva a concebir ya alguna otra ficción que a él le gustaría leer. Sus amigos pueden, por tanto, estar tranquilos.