Desde su edad adulta, Rosalia rememora la dureza por la que ha transcurrido toda su vida.
Nació en la España más profunda, en esa que reflejó Buñuel en el documental de las Urdes y que como ella misma dice, no se circunscribió ni a esa zona, ni a ese tiempo.
En Lo que nunca tuve, el lector se traslada a un espacio de miseria no solo material y económica, sino también humana, que posiblemente sea la peor miseria que existe.
A pesar de ello, en una capacidad encomiable de superación, sus protagonistas logran escapar de ese terrible círculo de dolor en una lección de vida, digna al menos de ocupar estas páginas.
Concha Casas Gálvez nació en Alicante, aunque serán Madrid primero y Castell de ferro (Granada) después, las localidades que marquen su existencia.
Licenciada en historia contemporánea, comienza a escribir en revistas locales, de las que luego saltará a la prensa regional: El Faro, IDEAL y Wadi-us, donde ejerce de columnista desde hace una década.
Su salto a la literatura lo dará con el comienzo del siglo, y será en el 2002 cuando ve la luz su primera novela.
Prolífica novelista y cuentista, su obra es tan extensa como variada.
Ha ganado varios premios de narrativa y alguna mención especial. Recibiendo sus obras hasta la fecha una cálida acogida, tanto por parte del público como de la crítica.
La literatura de Concha Casas se puede englobar dentro del realismo mágico latinoamericano, fuentes de las que bebe su autora desde la aparición del mismo.
Su obra es amplia y variada.
Su primera novela Historia de otro tiempo, se publicó en la editorial Osuna en el 2000. Está agotada, pero próximamente aparecerá una nueva edición de la misma.
Memorias de un cuarentón. Editorial Alhulia 2005
El ligero roce de un hada, AE ediciones año 2009
Hilvanando el destino. Ediciones Aljibe año 2012
Cuenta en su haber con más de 150 relatos que irán viendo la luz en próximas recopilaciones
Lo que nunca tuve es su última novela y en ella retorna al realismo de sus dos primeras obras.