En Lecciones del monasterio, Davinia Lacht comparte treinta y tres aprendizajes nacidos a través de la oración, el servicio y la vida en comunidad en un monasterio de Francia. Cada una de ellas nos invita a hacer del día a día nuestra práctica espiritual, a romper con viejos patrones y a ver lo nuevo de cada instante. La vida es sencilla y es nuestro derecho de nacimiento ser felices, amándonos los unos a los otros y habitando el momento presente sin condiciones.
Estas lecciones son una invitación a que vivamos unidos, en paz, aceptándonos los unos a los otros y en esa alegría que nunca abandona.
En una ocasión me preguntaron que cuál sería mi vida ideal. Para mí, vivir en plenitud es habitar cada instante conscientes de su valor. Es recordar que todo momento es justo el regalo que necesitamos. Es darnos cuenta de que no, ¡no sabemos lo que más nos conviene! Así podremos aceptar el fluir de la vida y bailarla a su ritmo.
Las decisiones dejan de ser producto del miedo y pasan a nacer de una libertad absoluta. De pronto, ligereza, belleza, pureza. El cielo se despeja y emerge una calma que no es de este mundo.