En esta vida nada es lo que parece ni nadie lo que dice ser. Tampoco en Mapledurham (Oxfordshire) las cosas son como creeríamos, y menos aún en el modélico hogar de los Fitzsimmonon, residencia de ensueño con sótano, salita de las porcelanas, bodega y jardín, que oculta sin embargo una realidad doméstica mucho más sombría y perturbadora.
Una visión disparatada y distorsionada hasta lo grotesco de los males que acechan a un matrimonio: el desgaste de los años, la distancia emocional, los celos, la soledad -más penosa cuando se convierte en cosa de dos- o el brillo tentador de una navaja bien afilada sobre la mesita del té.
Relato costumbrista, tragicomedia policíaca, pesadilla bufa, sainete british y seria llamada de alerta sobre los peligros de la vida conyugal.
No volverás a ver a tu pareja del mismo modo…
Pablo R. Salanova (Cartagena, 1972) es una rara avis en el triste y predecible panorama literario español dominado por sus vedettes intocables, pesadísimos voceros políticos, estrellitas de televisión reconvertidas en intelectuales de altos vuelos y un par de enfants terribles de palo. Misántropo huraño y amargado, vive alejado de un mundo contra el que despotrica sin piedad, recluido voluntariamente en su decadente mansión repleta de objetos artísticos y alimentándose de rock&roll, cultura alternativa, cerveza, cine clásico y telebasura en cualquiera de sus más refinadas variantes.
Por no echarse al monte y cometer una locura, escribe además historias de un humor extraño y discutible destilado en los alambiques de su propio infierno para una élite intelectual y culturalmente privilegiada.
Saludada con entusiasmo por la crítica con lindezas como “un autor hecho a sí mismo”, “no está tan mal” o “vuelve el Hombre Anáfora”, de Las vidas raras de Gladys Gregoria Fitzsimmonon han dicho: “Se ha internado en honduras psicológicas a las que pocos se habían atrevido a acceder”, “Una romántica novela antirromántica con una verdadera historia de amor” o “Sin ruido pero también sin complejos, Pablo R. Salanova ha escrito su Madame Bovary particular”.
Tras el terremoto de El jardín de los frambuesos rebrotantes (2015), vuelve el escándalo...