Plácido, hombre de la calle, anota en su diario el decir de los amigos.
Detiene su marcha, donde dos dialogan, para compartir anécdotas en clave de humor.
Humoristas sin recursos, cómicos en paro, de monedero flaco, a veces chispeantes, a veces, irónicos, casi siempre sin más filosofía que la que encuentran detrás de un vaso de vino; maltratando al diccionario, riéndose del pasado, haciendo de la lógica un sarcasmo.
Historias, que sin pretensiones, recogen parte del sentido del humor de la calle, anécdotas de personajes ficticios, que con mucha guasa y bastante burlones, se empeñan en arrancar al lector una sonrisa.
Si así lo consiguen, los protagonistas se sentirán más que agradecidos con la atención dedicada.
Paulo Martín Larraza, nacido en Doneztebe–Santesteban (Navarra) el 17 de febrero de 1934, ha dedicado toda su vida a su verdadera vocación, la enseñanza.
Con la publicación de este primer libro da inicio a otra pasión que le ha acompañado a lo largo de su camino, el compartir el relato de las grandes y pequeñas cosas a través del ingenio y del humor.
Compagina la escritura con otras grandes aficiones como la lectura, los largos paseos por la naturaleza, los partidos de pelota a mano (aunque ahora sea desde la grada…), las partidas de cartas, las charlas con sus amigos y muchas otras más que sin duda le ayudan a cultivar cuerpo, mente y espíritu.