Agonizan el Antiguo Régimen y el reinado de Carlos III. La Ilustración se encuentra en su momento cimero, pero también el más convulso. Llegan desde Francia los primeros ecos de la Revolución en ciernes mientras la sociedad española duerme todavía su siesta permanente. Villacerrada de Alba es el nombre en la ficción de una villa perfectamente identificable. Aquí, como en cualquier lugar de España, tiene lugar la resistencia a ultranza del Antiguo Régimen que se resiste a desaparecer, frente al Nuevo Régimen que puga irresistible para abrirse paso, abanderado de los nuevos mitos o lemas del siglo inminente: Libertad, Igualdad, Fraternidad… Las incongruencias de una situación caduca y moribunda toman cuerpo en esta novela como historia de amor y muerte: el amor imposible entre un hidalgo notable y una humilde campesina. Es también otras cosas, muchas e importantes, si bien el argumento principal adopta la estructura casi de novela negra, donde se dan cita todos los tópicos de la literatura y la superstición española: la picaresca, la brujería, la Santa Inquisición, la alcahuetería, la envidia esencial de la raza, la ambición, la traición...; pero también la abnegación, el sacrificio, el ingenio y la bondad sin límites. España, en fin, y su tragicomedia.
Daniel Sánchez Ortega nació en la pedanía de Abuzaderas (Albacete). Es doctor en Geografía e Historia, catedrático numerario de Bachillerato y profesor de Historia Contemporánea en la UNED (centro de Albacete). Es premio a la investigación científica (Humanidades) por la Real Academia de Doctores de España, y académico correspondiente de esa real institución.
Es miembro de número del Instituto de Estudios Albacetenses “Don Juan Manuel” y de la Asociación Cultural “Alcandora”.
Ha publicado varios trabajos de investigación y didácticos en materia de Geografía e Historia, así como ensayos y artículos en revistas especializadas y en la prensa, donde es articulista.
Por cuanto atañe al quehacer literario, ha obtenido varios premios, tanto en prosa como en verso. Su obra figura en varias antologías y, sin embargo, esta novela es, en rigor, su ópera prima.
Es autor también del poemario In itinere, ópera prima también por cuanto atañe a su producción poética.