Quinientos ochenta y seis dichos ha recopilado el autor en su pueblo de Cuevas de San Marcos, provincia de Málaga. Algunos de ellos varias veces centenarios, como acontece con el “agua de chicorias”, que aparece en el Quijote en el capítulo de la aventura de los molinos de viento, y en la que se nos indica que lo que se comió fue cosa de poca o nula sustancia.
Todos los aforismos están comentados y, muchos de ellos, resultan sobremanera graciosos, como el de “si vas a Marinaleda...”, “los baños o la ventana de Berrocal”, “el gorro de Caninas” o “la capa de Piares”, entre otros.
Con su lectura, se garantizan entretenimiento y solaz, y bastantes sonrisas a lo largo de la que se augura venturosa travesía.
Antonio Cañete Moscoso.