En El Cubo de Tierra del Vino iniciaron la nueva vida. Habían dejado atrás una gran maleta cargada de sentimientos que jamás recuperarían. El gran caudal de agua la sumergía en lo más profundo de la presa. Solo alguna vez, cuando la sequía se hace patente, aparece como desafiando al tiempo algún recuerdo escondido durante más de 80 años...
Me llamo Encarnación Alonso Rodrigo. Tengo 61 años, nací un 24 de julio del año 1956 en el número 4 de la Plaza de la Cárcel (la casa de la parra centenaria en Cubo del Vino), provincia de Zamora. Allí, en este pequeño pueblo pasé mi niñez, jugando en las calles como se hacía entonces, pisando charcos con botas katiuskas sobre carámbano en invierno, y llevando un gran sombrero de paja en verano, aunque la mayor parte de mi vida ha transcurrido en Bilbao, donde resido. Mi sueño era escribir y publicar un libro, y como los sueños que se persiguen siempre se cumplen, creo que este se ha cumplido. Me hubiera gustado que las personas que más me han querido hubieran podido leerlo. Pero este sueño ya no se cumplirá. Me gusta pasear por el campo y también pisar la arena de las playas esperando que alguna ola llegue hasta mis pies para luego regresar a la mar. En mi presente y futuro están mi marido y mis hijos junto a sus parejas. Los nietos... algún día llegarán.