Dos personajes que se conocen a destiempo, y que parecían querer lo mismo, descubren con el paso del tiempo que lo que los separa es algo más que la distancia kilométrica.
Ella es una mujer noble, su corazón no entiende de maldades, soñadora, pasional, un tanto incrédula, que bebe los vientos por todo lo que signifique la palabra Amor. Él, al fin y al cabo, es solo un hombre sin nada que reseñar, si acaso se le podría definir como un fraude.
Para él, ella no es más que otra muesca más en su culata, pero para ella, él es esa media mitad que tanto anhela tener, lo que la lleva a cometer un gran y único error: dejar que sea el epicentro de su universo.
Ambos coexisten en una misma historia, pero con vivencias y sentimientos muy distintos.