Capítulo a capítulo,
en un soneto concentrado,
cabalga don Quijote
y a su lado el fiel Sancho.
En su lanza la justicia,
el ideal en la palma de su mano
deshaciendo entuertos
y bien despierto soñando.
«Yo sé quién soy», afirma,
y ahí va contra gigantes y malvados…