Todos tenemos múltiples facetas, pero quizás la más sincera de todas es nuestra cara oculta. En ella se atesoran los recuerdos y las emociones ajenos al paso del tiempo, sumando lunas a la experiencia de la vida.
“Los poemas de Begoña son las palabras de la vida, de su vida, de tantas vidas como se puedan identificar con ella. Si buscamos una línea de unión en estos versos, nos salen en seguida tres ejes repetidos que conforman el eco de su realidad: sueño, sentimiento y tiempo. Podrían ser los pilares de Bécquer…, sí, podrían ser, porque Begoña, como Bécquer, nunca ve la realidad sino desde el sentimiento, desde del alma, desde el amor…”
Francisco Peña