Qué bonito vivir instantes creyendo que jamás van a terminarse, y qué triste darse cuenta hoy de todo lo que devasta el tiempo.
Mi vida empezó en 1994 con un juego de azar, los médicos que ayudaron a que llegase al mundo votaron cómo me llamaría: Anna o Laura, y ganó el segundo, quizá porque Laura significa victoria. Empecé a devorar libros con diez años y un día sorprendí a mi madre preguntándole qué carrera tenía que estudiar para ser escritora. Catorce años más tarde, compagino mis dos vocaciones: escribir y la educación. En 2018, decidí empezar a publicar en redes sociales y ahora, poco después, aterriza en mis manos mi primer libro, Cuando ella llegó. Deseo que este sea solo un primer paso de un largo camino.