En este poemario, el autor hace que la poesía hable de sí misma. La concibe como un arma idónea para luchar contra la injusticia y cambiar el mundo, y considera que como tal debe emplearse de una triple manera:
1) Siendo comprometida: la poesía no puede ser equidistante ni indiferente, sino ponerse al lado de los débiles, de los que sufren, de los olvidados. Debe convertir los versos en soldados contra el hambre, contra la pobreza, contra las guerras...
2) Siendo llana: debe usar un lenguaje sencillo y claro, comprensible sobre todo por aquellos con cuya causa se compromete. No puede ser un objeto de lujo en manos de unos pocos privilegiados, sino un artículo de primera necesidad que debe llegar a todos por igual.
3) Siendo humilde, lo que para el poeta supone reconocerse en un segundo plano en relación con su pueblo, con su gente.
La poesía, en definitiva, según el autor, debe ser alimento de todos, reflejo de la realidad, denuncia de la explotación, herramienta transformadora, cimiento de un mundo mejor. Por eso, el poemario representa una loa al compromiso, a la llaneza y a la humildad del poeta y en la poesía.
Antonio Cayero González es un poeta y ensayista jurídico nacido en Badajoz, que ha vivido la mayor parte de su vida en Huesca. Es licenciado en Filosofía y en Derecho.
Como jurista, ha publicado diversos artículos jurídicos en la revista práctica de derecho CEFlegal.
Como poeta, ha publicado los poemarios Versos republicanos y Protesto, ha colaborado en la revista de poesía romántica ÁMALON y en 2016 obtuvo el primer premio en el IV Certamen Internacional de Poesía Nuevas Voces para la Paz, con el poema Deseos.
Algunas publicaciones:
Poesía
Versos republicanos
Protesto
Deseos
La promesa (en la revista ÁMALON)
Ensayo jurídico
Trastornos jurídicos del lenguaje jurídico-administrativo
El lenguaje jurídico-administrativo y la Ley de Transparencia