Recuerdos sin nombre/
y con nombre de todos,/
que mojan el suelo con lluvias/
de sueños a horas intempestivas/
y hacen que la distancia años luz se reduzca/
a algo tan pequeño que está al alcance/
de esos ojos que las miran./
Que no duran cien años/
sino una eternidad,/
que me regalan versos de tinta/
y palabras encendidas que nunca/
se van a acabar./
Que siempre me tienden la mano/
para llevarme a su mundo/
que en algún momento,/
fue también el mío./