En este libro, hemos querido hacer una pequeña recopilación de recetas tradicionales de nuestra región, Andalucía, son comidas que han pasado de generación en generación, que están hechas con ingredientes naturales, propias del entorno, y según la zona, puede variar alguno de sus ingredientes, aunque los básicos se mantienen.
Existen muchas más recetas y variantes, pero aquí hemos recogido sólo una pequeña muestra de la gran variedad que existe, sobre todo, debido a la extensión de la región.
Nuestro objetivo es dar a conocer nuestra rica gastronomía y transmitir el legado de nuestros mayores.
Estas recetas tienen su origen en épocas en las que solo existía el fuego con leña o con carbón, no se conocía ni el gas, ni el horno eléctrico, ni el microondas, ni siquiera la olla rápida, tampoco la gente tenía a su alcance materias primas para hacer comidas tan sofisticadas como las que se hacen ahora y no por ello dejaban de estar tan buenas, o más incluso que las de ahora y de ser completas, desde el punto de vista nutricional.
Posiblemente, la cocina andaluza es la menos conocida del resto de España, no ha tenido tanta proyección internacional, salvo por algunos productos y recetas, como han tenido otras, a pesar de ser tan rica, variada y por supuesto tan natural.
Andalucía cuenta con diversos climas y recursos que le proporcionan una gran variedad de productos autóctonos, como el aceite de oliva, que está prácticamente presente en todos los platos, el trigo, el vino, el tomate, la cebolla, el calabacín, el espárrago triguero, el arroz, en cuanto a pesca, entre otros, el atún de Almadraba, la caballa, el boquerón, la sardina, el langostino, la gamba de Huelva, la quisquilla de Motril, etc. En cuanto a la carne, entre otros, contamos con el cerdo y sus embutidos destacando el jamón de Trevélez, así como el ibérico y sus derivados. Contamos con una gran variedad de frutas tropicales, aguacate, mango, chirimoya, etc.
En la cocina andaluza destaca la influencia de la cocina árabe, con comidas como las albóndigas y sobre todo el gazpacho, sopa fría con multitud de variantes, tanto rojos, hechos a base de tomate, como blancos, hechos a base de almendras o de harina de habas.
Donde está más clara la influencia árabe es en una gran parte de los postres andaluces, como es en las torrijas de semana santa, en los tocinos de cielo, pestiños, polvorones, soplillos de almendra, etc.
