Este modesto recetario de cocina va dirigido a aquellas personas que, por las circunstancias que sea, no han entrado a la cocina o han entrado poco (a cocinar, claro), como es el caso del autor, al que le entró la fiebre de cocinar tras jubilarse.
El texto contiene 100 recetas, todas con fotografía del resultado final, de platos habituales, corrientes y cotidianos, vamos, de los que hemos comido toda la vida.
Algunas recetas son muy elementales, pero también el autor tuvo que aprenderlas. Y merecen un hueco en este recetario por ir dirigido a novatos.
En cada plato se muestra el proceso de elaboración con un, reconoce el autor, exceso de detalle en lo referido a los tiempos, nivel de fuego, etc. Pero el detalle es adecuado para quien empieza algo nuevo.
¿Qué ganaremos con nuestra implicación en la cocina? Dos cosas fundamentales que el autor corrobora y confirma: a) sentirse más útil, y b) ganar autoestima, cuestiones muy solapadas. Y esto ocurrirá porque los platos, salvo alguna excepción inevitable, saldrán bien o muy bien.
Jesús Domínguez Velázquez (Salillas de Jalón, Zaragoza, 1954) es médico jubilado del Servicio Aragonés de Salud. Tras finalizar su actividad laboral tuvo la ocurrencia de escribir un libro de cocina con muchas fotos. Muy atrevido cuando no se es ni escritor, ni cocinero ni fotógrafo. Así nació Cocina fácil, 50 recetas para no iniciados, con una calidad mejorable.
Reincidió con Cocina fácil, 50 recetas más para no iniciados, del cual está más satisfecho.
Y ahora nos viene con este Cocina fácil, 100 recetas para no iniciados, que, además de fusionar los textos previos sin ser una mera adición, le ha permitido corregir defectillos de fondo y forma, amén de incluir nuevas recetas; se trataba de mejorar texto e imágenes.
Lo básico no ha cambiado: platos sencillos, corrientes, lo que has comido de siempre, pero ahora los tienes que hacer tú.