Para Jorge Luis Borges, China es misteriosa, paradójica, caótica, pero al mismo tiempo perseverante, elegante y lógica. China se ha convertido en un modelo o un símbolo para la cosmología borgeana, que en ella encuentra en gran medida inspiración para sus curiosidades y preocupaciones: el sueño, el jardín, el espejo, el laberinto, el tiempo, el espacio, el universo… en fin, “un laberinto de laberintos”, definición del propio autor. Quizá sea más sencilla y adecuada la definición de la cultura china como un “espejo” para Borges, en el cual mira y se encuentra a sí mismo.
Yao Ning, licenciada en Filología Hispánica (Universidad de Jilin, máster en Pensamiento Español e Iberoamericano (Universidad Autónoma de Madrid) y máster en Enseñanza de Chino como Lengua Extranjera (Universidad de Nanjing). Durante 10 años ha trabajado como profesora de ELE en el Departamento de Español del Instituto Jinling, Universidad de Nanjing. En la actualidad sigue su labor docente en esta institución y es codirectora de Quijote, el primer grupo teatral estudiantil de China.