Antoñaco es un buen serrano. La vida le ha dado un buen palo, y para postre es acusado de un crimen que no ha cometido. Por ello se ve forzado a huir de su amada sierra. Durante unos años ejerce diversos oficios en varios sitios y en su estancia en Albacete, sufre los bombardeos, a causa de nuestra fratricida guerra civil. Cansado de estar huyendo y sintiendo la querencia de su sierra, regresa para solucionar su situación.
Francisco Gómez García (1950) es profesor de E.G.B. Con anterioridad ha publicado, en esta misma editorial, el libro Bienservida 1793-1910. Conciliaciones, cerrazones y otros aconteceres del XIX, los tomos I y II de Albacete 1980 y, más recientemente, Albacete 1917 el renacer de una ciudad.