La vida del estudiante de Medicina no es como la de cualquier otro estudiante, ya que requiere mucho sacrificio y esfuerzo, pero la cosa se complica cuando además eres una joven madre y estás enamorada. En la piel de Stella podemos comprobar que, por muy dura que sean las trabas que la vida nos vaya poniendo, todo se supera gracias a la tenacidad, el trabajo y la fe en uno mismo.