¿Las historias nos pertenecen o somos nosotros quienes formamos parte de ellas?
Quizá eso se pregunten J., Marta, Tomás y Ana, cuatro personajes asomados cada uno a su propio precipicio que, perdidos entre páginas, saltan de un cuento a otro buscando un sitio, una historia en la que encajar, antes de que se los lleve el agua.