La infancia y la adolescencia ha de ser escuchada a través de las palabras que genera su propio universo, y por lo tanto, el lenguaje que dirigimos hacia ellos debe estar cargado de ingentes cantidades de cariño y ser tan cercano y auténtico que les permita estallar de alegría.
Estas páginas esconden una parte del mundo interior de cuarenta y un escritor@s que, sin dejar atrás la felicidad de las palabras, tienden un puente entre la realidad y la ficción donde caballeros, hadas, mansiones misteriosas, amores, recuerdos y payasos, incluso chats misteriosos, pero sobre todo mucha magia entrelazada con mimo en cada una de las palabras, conseguirán que nuestros jóvenes lectores disfruten del placer de la lectura y se sientan únicos.
A este lado del espejo, no es sólo un pequeño tratado sobre la solidaridad, sino también es un vehículo para enseñar a nuestros seres queridos a sentir y a expresarse con autenticidad, y también, por qué no, a amar.
Laura Frost