La enorme dificultad de lo aparentemente sencillo sobrevuela un libro que reflexiona sobre la identidad, sobre el paso del tiempo, también sobre el amor o la sexualidad; soluciones sencillas, nuevas respuestas a las viejas preguntas. Poemas agrupados en colores, zonas de energía y palabras que usa con naturalidad como pegamento que cohesiona nuestros sentimientos con los suyos, nuestras dudas con las suyas, nuestros temores con los suyos. Todos los rayos de sol son un arcoíris dentro de cada gota de lluvia.
Extraído del epílogo de Juan Pardo Vidal
Koro se pregunta de principio a fin, en cada palabra, si conseguirá la armonía de los colores, si algún día alcanzará a ser arcoíris, y en esa tarea se refugia para seguir aprendiendo y elevando su voz para quienes quieran acercarse a escucharla.
Este libro es, desde la raíz, un modo de reafirmarse y de acercarse al ser humano.
Extraído del prólogo de Begoña Abad
El alma de Koro encarnó en Lumbrales -Salamanca- , seguramente sabiendo que pronto la emigración la llevaría a Euskadi para poder amar de cerca los verdes bosques por los que siente pasión. Eibar la adoptó hasta que Durango acogió a su propia familia, de la que este libro forma parte.
Durante toda su vida ha sido una incansable creadora de belleza y luz. Se ha dedicado siempre a la estética y a la poesía, ¿no son acaso lo mismo?, y ha sabido acicalar la vida de cuantos se le han aproximado.
Este libro aglutina su pasión por la naturaleza, el amor, los colores y las energías menos evidentes, y pretende ser el primero de cuantos quepan en ese enorme corazón que nos muestra abierto de par en par en cada verso que nos lanza.
