Portada del libro La Señora de la Vega

La Señora de la Vega

Antonio Talavera Díaz
Teatro
Páginas
82 páginas
ISBN
ISBN: 978-84-16382-88-0
Precio papel
PVP (papel): 6,00

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Sobre el libro

Un joven opina que el cerro que se alza en medio de la vega de su pueblo, Añover de Tajo, esconde algo misterioso en su interior. La madre de su amigo relata una tradición añoverana, según la cual un labrador encontró la cabeza de una Virgen antigua. Efectivamente, vemos a un joven labriego, Félix, quien cuenta a su hermana Marcelina cómo ha hallado enterrada la cara de una muñeca que quiere regalar a la chica que pretende, que ella identifica enseguida como María, la hija de un tal Daniel apodado “el Moro”. Marcelina, al ver la cara, recuerda una tradición del pueblo, según la cual una imagen de la Dolorosa había sido robada en tiempos remotos, y convence a Félix de que ha de entregar la supuesta muñeca al Párroco de la Villa.

En la siguiente escena nos enteramos que Daniel el Moro es constructor de aljibes en la comarca de la Sagra, adonde llegó su abuelo procedente del antiguo Reino de Granada. María revela a una vecina la afición de Daniel a conservar tradiciones añoveranas.

Suena música y aparece una rondalla que canta a María en nombre de un pretendiente que no desea que su nombre se sepa, a no ser por medio de un acertijo cuyas claves son proporcionadas a cambio de unas monedas. Al quedarse sola María aparece Marcelina y ambas tratan de resolver el acertijo, llegando a un nombre absurdo. Llega Félix e indica a María el modo de llegar a la solución correcta, lo que María, ayudada por Daniel, logra más tarde, para dar con el nombre del propio Félix, al que ella amaba en secreto desde niña.
La primera parte se cierra con la entrevista de ambos hermanos con el Párroco, el cual no quiere saber nada del asunto de la imagen robada, alegando que tal tradición es una invención de la gente.

Tras un intermedio en el que se ven pasar, a través de músicas típicas de Añover, los meses que median entre Todos los Santos y Semana Santa, asistmmos a una conversación entre Félix y Daniel. El primero explica que ha decidido formar con la cara desenterrada una imagen de la Virgen, para situarla en una ermita que quiere construir en sus tierras, cerca del Cerro. Para ello ha recabado el permiso de la autoridad eclesiástica de Toledo, que antes de otorgarlo ha decidido enviar al Secretario del Obispo para indagar sobre la autenticidad de la leyenda. Como la visita  es inminente, Félix solicita la ayuda de Daniel, quien promete que contribuirá con algo que aquel no espera. A lo largo de la visita, que tiene lugar en las tierras aledañas al Cerro, Daniel muestra la carta de un antepasado suyo en la que se describe, punto por punto, tanto el famoso robo de la imagen como el camino que conduce al lugar en que se hallan en ese momento, con numerosos detalles pero exceptuando, precisamente, el Cerro, que parece como si no hubiera existido en el momento de la redacción de la carta. El Secretario se convence finalmente de que la leyenda es auténtica y promete elevar la petición de Félix al Obispo, cuya decisión queda en suspenso hasta su proxima visita pastoral.
En el epílogo volvemos a ver a los amigos del prólogo, quienes, ignorantes del final de la historia, deciden imaginarlo. Asistimos, pues, a la prometida visita del Obispo, duarante la cual este da su aquiescencia a la construcción, junto al Cerro, de la Ermita de la Virgen de la Vega, siempre que a la imágen se le restituya, durante la Semana Santa, su antigua advocación de Dolorosa. María dona para la imagen un Niño Jesús, dando así origen a la canción añoverana “La Virgen de la Vega tiene un niñito”. Aparecen de nuevo los amigos y consideran que el misterio del Cerro ha quedado sin resolución, la cual, según el ´mas joven, daría para la escritura de otra zarzuela. Ambos personajes, unidos a los feligreses, ensalzan el poder de la Música como “lenguaje de amor”.

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