El lector tiene en sus manos un libro en el que de inmediato apreciará su originalidad, su singularidad, esa capacidad para buscar ángulos insólitos, perspectivas de enunciación no tópicas que rompen las expectativas del lector y así suscitan su ternura, su humor y, sin duda, una animación a leerlos de la misma manera heterodoxa y creativa en que los imaginó su autor. Con una musicalidad que se presenta en su lectura en voz alta y un talento para echar el ojo a lo cotidiano, a las realidades mínimas del vivir en las que tantas veces no reparamos, a lo depreciado como “anecdótico”, hasta convertirlo en un símbolo de las únicas tres o cuatro cuestiones que en realidad importan: el tiempo, la muerte, el afecto o el deseo en todas sus formas… todo aquello que, simultáneamente, legitima el afán de vivir y el otro a menudo no menos urgente, de contarlo.
Pedry Alonso nace el 13 de agosto de 1969 en Albacete, ciudad que lleva en su corazón. Después de indagar en distintas disciplinas artísticas, se centra, ahora de lleno, en otra de sus pasiones: jugar con las palabras.
